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¿Cuántas veces hemos escuchado decir que los videojuegos son adictivos? ¿Qué tan cierta es esta afirmación? ¿Realmente estamos frente a un tipo de tecnología que podría generar algún trastorno psicológico o psiquiátrico? ¿O todo es una gran exageración? Acompáñennos en este nuevo artículo, en el que develaremos cómo reacciona nuestro cerebro a los videojuegos. ¡Vamos!

El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria nos recuerda cuán importante es la labor de millones de trabajadores que, silenciosamente, ayudan a las poblaciones más vulnerables sin recibir grandes reconocimientos u homenajes. Debido a la coyuntura que estamos atravesando a nivel mundial, CEREBRUM ha incluido, dentro de este rubro, al personal de salud que batalla diaria y desinteresadamente para salvar nuestras vidas del asalto del coronavirus. Sin embargo, este trabajo continuo los expone a diferentes riesgos que pueden dañar su salud física y psicológica. Al estar en contacto diario con la misma enfermedad, pueden llegar a vivir esta situación como un trauma, lo que podría desencadenar, en el cerebro, trastornos psiquiátricos. En este artículo, se explicarán los cambios neurológicos que ocurren ante el trastorno de estrés postraumático, uno de los más comunes en experiencias de pandemia y guerra.

Nuestra civilización se ha construido con base en los vínculos que entretejemos con otras personas. Muchas de estas relaciones se fortalecen y llegan a convertirse en lo que llamamos amistad. Pero, ¿hay algo más detrás de esta bonita experiencia? ¿Qué es lo que nos impulsa a tener amigos y amigas? ¿Es, acaso, el cerebro el responsable de nuestra necesidad por generar grupos de soporte? ¿Qué mecanismos neurales sustentan uno de los más hermosos fenómenos de la vida? En este artículo, por ser el Día Internacional de la Amistad, descubriremos un poco más sobre lo que la neurociencia tiene para decirnos acerca de esta práctica tan natural para todos nosotros.

El Día Mundial del Cerebro se celebró el pasado 22 de julio. Por ello, queremos compartir con ustedes uno de los mayores logros de la neurociencia: la interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés). Esta tecnología, que parece sacada de una película de ciencia ficción, permite enviar mensajes desde el cerebro hasta dispositivos externos, como prótesis corporales y computadoras. Pero, ¿cómo funciona realmente la BCI? ¿Cuál es la historia detrás de este avance? ¿Qué beneficios puede traer a la sociedad? En este artículo, abordaremos cada uno de estos puntos para que puedan comprender el más grande desarrollo de la ciencia del cerebro.

El Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, que se celebra el 15 de julio, nos invita a pensar sobre las capacidades reales de la adultez temprana, etapa que, hasta hace algunas décadas, se consideraba como la culminación del desarrollo cerebral. ¿Realmente los jóvenes ya son capaces de tomar decisiones sensatas o aún, como los adolescentes, se comportan de forma imprudente y arriesgada? ¿Qué nos dice la neurociencia sobre esto? En este artículo, trataremos de responder a esta interrogante con los últimos hallazgos sobre el cerebro.

El Día Mundial de la Población nos recuerda que, para lograr una sociedad con bienestar, es imprescindible erradicar la discriminación y reforzar la equidad. Porque, y la neurociencia lo dice, no existe bienestar si continúa el rechazo y la exclusión de determinados grupos y sectores, prácticas que modifican el cerebro y lo transforman en un órgano en constante estado de estrés. En este artículo, abordaremos cómo afecta la discriminación y haremos hincapié en que esta lucha es de todos.

Las maestras y los maestros, durante esta pandemia, han sido una de las fuerzas motoras más importantes de la sociedad, porque han hecho todo lo posible para seguir acompañando a sus estudiantes. A pesar de la adversidad, han sabido reponerse y sortear todo tipo de dificultades. Sin embargo, también han estado vulnerables a los efectos de la presión, de la incertidumbre y del cambio repentino. En su día, CEREBRUM quiere agradecerles por todo el esfuerzo que realizan. ¡Y qué mejor manera que brindándoles estrategias para que puedan disminuir el estrés que sienten y recuperar su bienestar!

La marihuana ha sido catalogada como una «droga suave», porque, al parecer, no genera mayores problemas. ¿Esto es realmente cierto? Por el Día Internacional de la Lucha Contra el Uso Indebido y el Tráfico de Drogas, despejamos esta duda tan presente en la actualidad y, desde una mirada neurocientífica, nos adentramos en este complejo problema de la dependencia.

Se acerca el Día del Padre y, en muchas reuniones de familia presenciales o virtuales, se contarán anécdotas de crianza. En algunas de estas historias, como es costumbre, se hablará sobre la diferencia en la conducta de los padres cuando crían a una hija o a un hijo. Pero, ¿qué tan cierto es esto? ¿Realmente los padres tienen una forma para relacionarse con sus hijos de acuerdo a su género? La neurociencia tiene mucho para decirnos sobre este tema.

El trabajo infantil es un mal que nos sigue golpeando como sociedad. Sus principales víctimas son niñas, niños y adolescentes en situación de pobreza y, muchas veces, de explotación. Aunque hemos pensado todo este tiempo que este problema solo afecta su calidad de vida presenta y futura, ahora sabemos que también podría modificar las estructuras cerebrales importantes para la regulación emocional y la convivencia social.

Hace algunos años, fui voluntario en una organización que trabaja con psicólogos y educadores de todo el mundo para rehabilitar a niñas, niños y adolescentes que viven y trabajan en las calles. En mi primer día, durante los trabajos en equipo, pude notar un perfil bastante claro: aquellos adolescentes, con quienes intentaba generar un vínculo, se comportaban de forma agresiva con sus compañeros y con los tutores, eran muy suspicaces y susceptibles a lo que ellos consideraban amenazas, y no empatizaban con los demás. Sus emociones más características eran la ira y el miedo, y les costaba retomar la calma luego de haberlas experimentado. Eran adolescentes que habían trabajado en la calle durante toda su corta vida y se parecían mucho a aquellas personas que han sufrido maltratos de forma repetida. ¿Por qué eran así? ¿Acaso el trabajo infantil se relaciona con el abuso y la negligencia? Pues claramente sí. Estos son riesgos que se asocian con esta práctica aún vigente.