El lado brillante de las personas con TDAH
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, como muchos otros trastornos, siempre ha sido caracterizado como un mal que aqueja de forma determinante la vida de muchas personas y que, además, solo genera obstáculos difíciles de manejar, por lo que debe erradicarse por completo. Este tipo de atribuciones se basan en el criterio diagnóstico que incluye tres principales síntomas: la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad (1). Podemos comprender que los problemas para mantener la atención de forma continua en una tarea, seguir instrucciones, realizar esfuerzos cognitivos sostenidos, recordar detalles de la vida diaria, así como los inconvenientes para permanecer en un estado de quietud, respetar los turnos en las conversaciones y regular los impulsos (1), generen todo tipo de conflictos a las personas con este diagnóstico —claro está, sin embargo, que existe un grado en la intensidad de los síntomas—. No obstante, pensar que este trastorno solo trae debilidades y ningún tipo de fortaleza es un error tremendo que se viene cometiendo en espacios educativos y laborales, pues reduce a las personas a un único aspecto negativo, sin reparar en las capacidades que existen detrás. Esto también sucede en trastornos como la dislexia y el autismo.
¿Cuántas veces hemos oído sobre el lado negativo de este tipo de trastornos? Ahora, pensemos: ¿cuántas veces hemos escuchado o leído sobre los matices positivos? La balanza siempre se ha inclinado hacia la misma posición de nocividad, lo que no solo produce estigmas que desfavorecen aún más a las personas dentro de estos diagnósticos, sino que elimina en su totalidad aquellos componentes beneficiosos que marcan la diferencia para bien. Por esta razón, en este artículo, nos vamos a centrar en los aspectos positivos del trastorno por déficit de atención e hiperactiva. Es hora de ver la otra cara de la moneda.
¿Cuáles son las fortalezas de las personas con TDAH?
El pensamiento divergente es una de las fortalezas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (2) (3). Las personas con TDAH muestran un mayor nivel de esta capacidad en comparación con muestras neurotípicas. ¿Qué quiere decir esto? Mientras el pensamiento convergente es aquella habilidad para unir y asociar diferentes conceptos para llegar a una solución, el pensamiento divergente es el que permite producir múltiples ideas y soluciones (3). Por ejemplo, el Test de Asociaciones Remotas (Remote Associates Test [RAT]) solicita a los participantes que encuentren el elemento común entre conceptos que no se relacionan para medir el pensamiento convergente. Por otro lado, el Test de Usos Alternativos (Unusual Uses Test [UUT]) les pide a los participantes que generen la mayor cantidad de usos posibles para un mismo objeto con el fin de medir la originalidad y la flexibilidad de las respuestas (3).
Si bien el pensamiento convergente requiere de un alto nivel de control inhibitorio para suprimir las soluciones que no se relacionan con la tarea (provenientes de la memoria de trabajo) y para permanecer enfocado, el pensamiento divergente necesita de todo lo contrario: un bajo nivel de control inhibitorio podría facilitar el surgimiento de más ideas sin supresión (3). Una investigación realizada por S. H. Carson, J. B. Peterson y D. M. Higgins demostró que la reducción de un tipo de inhibición ejecutiva, que filtra los estímulos irrelevantes, correlaciona con un mejor pensamiento divergente (5). Lo más interesante es que este tipo de pensamiento se ha relacionado con un grado de creatividad excepcional. La investigación de H. A. White y P. Shah evidencia que las personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad son más creativas que las personas neurotípicas, puesto que su estilo creativo se conoce como «ideador», aquel que produce las ideas (2) —las personas neurotípicas suelen ser «clarificadores» y «desarrolladores», es decir, ponen en marcha y aterrizan las soluciones creadas por el «ideador»— (5).
Lo que sucede es que las personas con TDAH presentan déficits en las redes del control inhibitorio (red fronto-estriado-parietal dorsal y ventral; red fronto-cerebelar; y la red compuesta por el giro frontal inferior, la corteza cingulada anterior, el cuerpo estriado y el tálamo) y en las redes de la atención ejecutiva (corteza prefrontal derecha, red parieto-estriado-cerebelar). Además, exhiben una pobre desactivación de la red neuronal por defecto (default mode network [DMN]) (6), que se activa cuando «rememoramos el pasado, visionamos eventos futuros», tenemos pensamientos espontáneos (7), «soñamos despiertos», etc.
En este sentido, presentar una hipoactivación de estas redes ejecutivas y no suprimir con éxito la red neuronal por defecto origina una mayor capacidad para producir ideas sin filtro, es decir, tener un mayor nivel de pensamiento divergente y un alto grado de creatividad. Estas son las principales fortalezas de las personas con TDAH y pueden ser muy útiles en ambientes de innovación y creación. Por ello, no demos por sentado que todos los trastornos o síndromes son completamente negativos: también hay brillo en ellos.
Referencias
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5 ed.). Arlington: American Psychiatric Publishing.
- White, H. A., & Shah, P. (2011). Creative style and achievement in adults with attention-deficit/hyperactivity disorder. Personality and Individual Differences, 50(5), 673-677. doi:10.1016/j.paid.2010.12.015
- White, H. A., & Shah, P. (2006). Uninhibited imaginations: Creativity in adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder. Personality and Individual Differences, 40(6), 1121-1131. doi:10.1016/j.paid.2005.11.007
- Carson, S. H., Peterson, J. B., & Higgins, D. M. (2003). Decreased latent inhibition is associated with increased creative achievement in high-functioning individuals. Personality and Individual Differences, 85(3), 499-506. Recuperado de https://doi.org/10.1037/0022-3514.85.3.499
- Puccio, G. J. (2002). FourSight: Technical manual. Evanston: TH Inc Communications.
- Rubia, K., Alegría, A. A., & Brinson, H. (2014). Brain abnormalities in attention-deficit hyperactivity disorder: A review. Revista de Neurología, 58(S01), S3-S18.
- Buckner, R. L., Andrews-Hanna, J. R., & Schacter, D. L. (2008). The Brain’s Default Network. Annals of the New York Academy of Sciences, 1124(1), 1-38. doi:10.1196/annals.1440.011