Los vemos todos los días en nuestras casas con nuestras familias, en la interacción con nuestra pareja, en el transporte público, en las noticias; la actitud que tenemos al comunicarnos con los demás impacta constantemente en nuestra calidad de vida y sin darnos cuenta, los patrones repetitivos empiezan, las actitudes se normalizan y dejamos de darnos cuenta cómo afecta este tipo de interacciones en nuestro vínculo con el entorno.

Estos estilos de comunicación incluso pueden incrementar las posibilidades de violencia tanto física como psicológica; esta última se caracteriza por conductas que se legitiman como apropiadas en la sociedad, por lo que es más difícil de reconocer y reducir (García de la Torre (2006). El Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI (2017) cita que “La violencia psicológica y/o verbal es la agresión a través de palabras, injurias, calumnias, gritos, insultos, desprecios, burlas, ironías, situaciones de control, humillaciones, amenazas y otras acciones para minar la autoestima (…)”. En este artículo buscaremos reconocer cuales son los estilos de comunicación negativos predominantes en nuestras interacciones, las consecuencias de estos, y herramientas para poder reducir y prevenir este tipo de interacciones.

John Gottman (2000-2012) utiliza los cuatro jinetes de la Apocalipsis como una metáfora de las escrituras del Nuevo Testamento; en la cual se escribe sobre los caballos como símbolo de conquista, guerra, hambre y muerte. Él adopta el término y hace referencia a las actitudes y estilos de comunicación más predominantes y que de acuerdo a diversas y extensas investigaciones, pueden predecir incluso el divorcio de una pareja. Los cuatro jinetes de la apocalipsis de la comunicación propuestos por Gottman son: la crítica destructiva, el “Contempt” o desprecio, la actitud defensiva, y la actitud evasiva. Busquemos entender mejor estos estilos negativos de comunicación y las herramientas para prevenirlos:

(…)utiliza los cuatro jinetes de la Apocalipsis como una metáfora de las escrituras del Nuevo Testamento(…)

a. Crítica destructiva: a diferencia de las críticas constructivas; la crítica explicada por Gottman se considera como un ataque directo a la personalidad y autoestima de la persona. La víctima de las críticas destructivas se sentirá rechazada, violentada y herida. Si el patrón de esta actitud es repetitivo y se establece como un modelo de comunicación habitual en la pareja o familia puede escalar a intensidades mayores e incluso dar paso a que establezcan otras actitudes negativas en la relación; la más frecuente siendo “contempt”.

b. “Contempt” o desprecio: este estilo de comunicación se caracteriza por mantener una actitud sarcástica e irrespetuosa con la otra persona. Las personas que adoptan esta postura asumen una posición de superioridad moral sobre el otro que va más allá que la crítica destructiva. Ponen al otro en ridículo a través del lenguaje verbal y no verbal. Algunos de los comportamientos más característicos son: poner apodos, voltear los ojos, ignorar al otro, imitar y repetir lo que dice con tono de burla, etc. Los estudios de Gottman afirman que las parejas que viven “contempt” mutuo en la relación tienden a tener un sistema inmunológico bajo y se enferman constantemente.

c. Actitud defensiva: se reconoce principalmente por ser la respuesta a la crítica destructiva. Ante un sentimiento de acusación o injusto reclamo, la persona con una actitud defensiva actuará en forma de víctima, se excusará constantemente y tratará de echar la culpa al otro. Esto genera un patrón repetitivo, especialmente en las relaciones amorosas, ya que la pareja percibe esta actitud defensiva como inmadurez e incapacidad de asumir la responsabilidad de los propios errores.

d. El encierro o actitud evasiva: usualmente esta actitud evasiva es una respuesta al “contempt” del otro en la relación (Ya sea una relación amical, familiar o de pareja) y al sentimiento constante de sentirse abrumado en las situaciones conflictivas con la otra persona. Ante una interacción conflictiva, las personas que asumen esta actitud dejarán de escuchar al otro y se aislarán de la discusión en vez de confrontarla. Algunas de las conductas evasivas que se desarrollan son desligarse mentalmente de la discusión, actuar como si estuvieses ocupados, involucrarse en actividades que los distraen, físicamente salir del ambiente en el cual se está dando la interacción, etc. El encierro es el caballo de la Apocalipsis que más demora en aparecer; pero una vez que aparece es el más complicado de eliminar.

Ahora que tenemos más claro cómo nos afectan estos jinetes de la Apocalipsis en la comunicación ¿Cuáles son nuestras alternativas saludables a la hora de comunicarnos? Enfocarnos en el problema y no en la persona es el primer paso para evitar las críticas destructivas; cuando hablamos desde nuestros sentimientos y nos enfocamos en la situaciones las posibilidades de atacar al otro se reducen. Por ejemplo, si en tu relación de pareja estás molesto porque el otro constantemente deja los platos sucios en vez de expresarlo mediante etiquetas como “Eres un desordenado que nunca se hace responsable de las tareas de la casa” puedes decir “Me siento frustrada cuando no lavas los platos ¿Crees que podríamos organizarnos mejor en el tema?”. Para evitar el “contempt” o desprecio es importante recordar y reconocer las cualidades positivas del otro, para que los defectos no se apoderen de la discusión. Si sientes que necesitas mejorar en las actitudes defensivas, es recomendable escuchar abiertamente al otro y asumir la responsabilidad de lo que consideres apropiado; a veces aceptar un error y pedir disculpas puede generar un cambio positivo importante. Y si, por último, sientes que la actitud evitativa es algo que te caracteriza, es importante que le comuniques a la pareja que en ese momento no estás dispuesto a conversar y te des un tiempo para ordenar tus sentimientos y pensamientos. Retoma la conversación cuando estés listo.

Bibliografía

Armenta, C., & Díaz Loving, R. (2008). Comunicación y Satisfacción: Analizando Interacción de Pareja. Universidad Nacional Autónoma De México. 16(1), 23-27.
Gottman, J. & Silver, N. (2001). Siete Reglas de Oro para vivir en Pareja. (Tapia, S. Trad). DEBOLSILLO.
Instituto Nacional de Estadística e informática (2017, 30 de mayo). Nota de Prensa N° 115. Recuperado de: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/noticias/nota-de-prensa-n115-2017-inei.pdf
García de la Torre (2006). La Violencia de Género como causa de Maltrato Infantil. Cuadernos de Medicina Forence No. 43-44. Versión On-line ISSN 1988-611X